viernes, 28 de diciembre de 2012

something in your eyes

A las niñas les enseñan muchas cosas. 
Si un niño te pega, le gustas. Nunca trates de cortarte el flequillo. Y un día conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu final feliz. Cada película que vemos y cada historia que nos cuentan, nos obligan a que esperemos el giro del tercer acto: La declaración inesperada de amor. La excepción a la regla. A veces nos concentramos tanto en el final feliz que no aprendemos a interpretar las señales, a diferenciar entre los que nos quieren y los que no.. Entre los que se van a quedar y se van a ir. Y quizá el final feliz no incluye un tipo maravilloso: quizá el final eres tú sola, recogiendo los pedazos y volviendo a empezar. Liberándote para encontrar algo mejor en el futuro. Quizá el final feliz solo consiste en seguir. O quizá este es el final feliz: Saber que a pesar de todas las llamadas y corazones rotos, a pesar de todos los errores y las señales malinterpretadas, a pesar de todo el dolor y la vergüenza, tú nunca, nunca perdiste las esperanzas. 



Algunas películas son como woooow, y te quedas sin aliento. Como perfectas para ese momento, y oye, ¿porque no me pasa a mi?
Otras son del estilo de ¿pero que haces? muévete! No te quedes ahí esperando!
Y con otras lloras, y sigues llorando y acabas hundiendo el clínex.
A veces, son más reales que mi vida incluso.
Y luego está la mítica tarde-noche de palomitas + peli, en el que cualquier combinación de peliculas es perfecta.

Exacto, soy una super friki del cine. El primer paso es admitirlo.

Wejeeee Felitzidaaaad

1 comentario:

  1. Me encanta el concepto de tu espacio. Un saludo.

    El mio es muchisimimo mas minimalista (sencillo) pero te invito a hechar un vistazo: http://vidaderubensolsticio.blogspot.com

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