Dicen que cada nueva mañana nos trae
mil rosas; si, pero
Mis amigas y yo hemos llegado a la conclusión
de que los chicos pueden resultar estúpidos la mayoría de las veces.
No se enteran de que nos gusta que nos hagan
reír, y no llorar. Que no somos tan romanticonas como piensan, que también
sabemos ir de flor en flor. Y que no nos pillamos del primer tío que pasa. Que
nos puede gustar el fútbol y las peleas, al igual que a ellos, o no. Que para gustos hay colores. No nos gusta que
nos insistan, o sí, pero con un poco ingenio. (tgdt) Y que por ser míticos, no
nos tienen porque gustar a todas todos los míticos o épicos. (Otra vez, para
gustos hay los colores.) No hace falta que nos vengan con regalitos, o esas
miradas que ellos toman por irresistibles. Que somos más sencillas de lo que
creen, aunque nos gusta hacernos las difíciles y duras. Eso sí, no caemos dos
veces en la misma piedra, aunque a veces haga falta la tercera para darnos
cuenta. Siempre creemos que somos más listas que ellos, por eso tienen que
seguir haciendo el imbécil, para que nuestra autoestima siga en su sitio.
Sin embargo somos tan coherentes con lo que
decimos y pensamos, que hemos decidido hacer un casting para encontrar chico.
(ja ja ja) PATÉTICO.
Es extraño: ¿por qué, conforme crecemos, a los hombres
nos avergüenza más y más mostrar nuestros sentimientos? Porque somos idiotas,
supongo.
LAS LÁGRIMAS DE SHIVA Reconocimiento propio de un hombre.
La chica de ayer.
4 de agosto
No hay comentarios:
Publicar un comentario