—¿No has tenido nunca la sensación de que dentro de ti hay algo que sólo espera que le des una oportunidad para salir al exterior? ¿Una especie de energía adicional que no empleas, como el agua que se desploma por una cascada en lugar de caer a través de las turbinas?
—Te refieres a todas las emociones que uno podría sentir si las cosas fuesen de otro modo?
—No es esto exactamente. Me refiero a un sentimiento extraño que experimento de vez en cuando, el sentimiento de que tengo algo importante que decir y de que estoy capacitado para decirlo; sólo que no sé qué es y no puedo emplear mi capacidad. Tengo la sensación de que podría hacer algo mucho más importante. Sí, y más intenso, más violento. Pero ¿qué? ¿Qué se puede decir que sea más importante? ¿Y como se puede ser violento tratando de las cosas que esperan que uno escriba? Las palabras pueden ser como los rayos X si se emplean adecuadamente: pasan a través de todo. Las lees y te traspasan. Ésta es una de las cosas que intento enseñar a mis alumnos: a escribir de manera penetrante. Pero ¿es posible hacer que las palabras sean penetrantes como los rayos X, más potentes cuando se escribe acerca de cosas como éstas? ¿Cabe decir algo acerca de nada? A fin de cuentas éste es el problema.
Estos días han sido geniales, de fiesta en fiesta. Además, están renovando mi habitación y está quedando como me lo había imaginado. (Espero que no cambie la vista de la ventana.) Estoy super ilusionada con todo. Ya de vacaciones, frecuentando la playa y la piscina, la fruta de verano, los vestidos, el colorín-colorao... Y Lorenzo. Qué feeeeliz!
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