martes, 10 de enero de 2012

PRIDE AND PREJUICE.



He estado pensando en que bello debe ser compartir tu vida con alguien. Poder ir a correr por las mañanas temprano, y después compartir la ducha. Trabajar durante la jornada para que a las cinco te llegue una invitación a un café. Charlar, y charlar, de los altibajos del día. Conservar las noches para lo que sirven las noches. Leer un libro y después compartir opiniones. Viajar juntos, y sacar fotos para guardar un recuerdo inmortalizado. Que probablemente no necesites, porque para eso ya esta la memoria. Pero ya sabes, por si acaso no está mal. Por si algún día se te olvida lo felices que fuisteis juntos. Y finalmente ver el atardecer juntos, ya viejos y marchitos, esperando a que el sol se esconda entre las olas del mar.
    
   AJO

a la luz amarilla de una mañana en el centro de Londres..

Era un día de enero, hermoso y claro, húmedo el suelo donde se había derretido la escarcha, pero limpio de nubes allá arriba; y en el Regent's Park lleno de pájaros que piaban, había gratos efluvios de primavera. Me senté al sol en un banco: el animal que estaba dentro de mí se entretenía en relamer sensuales gustosos recuerdos en la memoria; mi espíritu, un tanto adormilado, hacía promesas de inmediata penitencia, pero sin decisión para comenzarla. Después de todo, pensaba, yo era como todos los demás; y hasta sonreía comparándome con otros y poniendo al lado de mi activa bondad la perezosa crueldad de su negligencia.

Palabras del propio H.J y su confesión.


PD: Que conste que no soy una romantica emprendida, si no lo contrario. 
Eso si, me gusta soñar. 
Delirious

No hay comentarios:

Publicar un comentario