jueves, 12 de abril de 2012

Butterfly Circus

Desde pequeña he tenido miedo a darle al interruptor de la luz cuando entro en una habitación a oscuras. Pienso que me va acariciar una mano y que cuando se encienda la luz ya no tendré tiempo de salir corriendo. Tengo miedo a mi padre, y a veces a quedarme sola. Me dan miedo las tormentas, y el viento que sopla fuerte desde el norte. Me dan miedo los saludos y las despedidas, las miradas. Las sorpresas, los perros grandes, y las habitaciones cerradas. Las abejas, avispas y las arañas. Algunos días siento el miedo de perderte, y otros de no acetar con lo que digo. Me da miedo la gente rara, pero en el fondo me identifico con ellos. No me da miedo que se acabe el mundo, pero sí que no vuelva a ver el arco-iris ni el cielo.




Puede que no entiendas ninguno de mis miedos, y creas que los tuyos son mayores. Pero hablando de miedos, no existe nada objetivo. Cuando sientes toda esa adrenalina corriendo por tu cuerpo, y no puedes moverte... El miedo se apodera de ti en todos los sentidos, no he conocido persona que ignoré el miedo. Siempre está presente.
Aunque bueno, el miedo nos ayuda a avanzar. Cuando superas uno llegará otro, pero habrás subido un escalón en la gran escalera, que es tu vida.

Mary Joe y las verdades desde su ventana. 

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